María Quiles

Hoy toca recorrer Luxor. Nos levantamos temprano y salimos del apartamento con idea de llegar al Valle de los Reyes en taxi, nada más doblar la esquina hay un taxista que se ofrece a pasar la mañana con nosotros por la orilla oeste a un precio muy razonable. Tras regatearle como ya es costumbre. Acordamos que pasaría la mañana con nosotros por 300 libras egipcias (no llega a 9 euros), un tercio de lo que nos pedían en el hotel. El taxi tenía más años que nosotros, pero el hombre era majo (Ali: +2 01004415702).
Primera parada, el Valle de los Reyes, donde se encuentran las tumbas de los faraones del imperio nuevo. Llegamos temprano y no había casi gente. La entrada general te incluye la entrada a 3 tumbas (que no sean la de Tutankamon, Seti 1 o la de Ramsés V yVI) Decidimos visitar las tumbas de Ramsés II, Ramsés IV y Merenptah y luego darle una propina al de la entrada de Sety para que nos dejase pasar. Pasamos mucho calor y nos gustaron en general. Cuando salíamos empezó a llegar una horda de gente. Así que menos mal que decidimos pegarnos en madrugón puesto que vimos las tumbas casi solos.
Siguiente parada el Templo de Hatshepsut. Había muchísima gente y no pudimos disfrutarlo del todo.
La última parada, ya con mucho calor, el Valle de la Reinas, que es como la versión light del de los Reyes. No había casi gente y eso lo agradecimos, pero la realidades que, a no ser que quieras visitar la tumba de Nefertari que cuesta 70 euros. No acaba de valer la pena.
Cómo ya estábamos cansados, le dijimos al taxista que por esa mañana ya estaba bien. Nos invitó a su casa a beber té de tamarindo (es lo que toman cuando acaba la hora de ayuno en Ramadán) y luego nos devolvió al hotel.
Descansamos un poco y cogimos una motorboat (conseguimos por 40 libras egipcias, algo más de 1 euro), para cruzar al otro lado del Nilo para comer y pasar la tarde por Luxor. Decidimos comer en un restaurante al lado del río, se nos unió a la comida una niña llamada Radna ♥️ quién, posteriormente, nos acompañaría a visitar la ciudad. A diferencia del resto de niños (y adultos) egipcios, no nos sentimos agobiados con su presencia y se mostraba genuinamente divertida y alegre.
Pateamos toooodo luxor, atravesando varios mercados y zonas en las que probablemente ningún turista había pisado con anterioridad. Llegamos a Karnak con la idea de verlo, pero resultó que cerraban pronto y no pudimos. Volvimos en taxi a nuestro punto inicial (paseo del río) y devolvimos a Radna a su madre. Decidimos entrar en el templo de Luxor por la tarde y que se nos hiciese de noche allí. Al principio había muchísima gente, pero poco a poco, conforme caía la noche, se fue vaciando y pudimos disfrutar de la iluminación nocturna.
Volvemos al apartamento en motorboat y damos por concluido un día muy intenso, caluroso y con muchos kilómetros a pie.Read more