Saint-Guirec

Abandonando Plougrescant, nos dirigimos a la siguiente parada (dirección Brest) sin abandonar el litoral rosado de Costes d'Armor. No es de extrañar ir encontrando por el camino bellas casas de cuento y playas, agradablemente desiertas, donde extender la toalla y disfrutar del entorno. Tal vez, que no haga el típico y caluroso tiempo del verano, al que estamos acostumbrados, ayuda.
Enfocando el rumbo al municipio de Perros-Guirec llegamos a Ploumanac'h, unos cuarenta minutos más tarde. Es el municipio preferido de los franceses (al menos así lo fue en 2015) y no es de extrañar. Tiene todo lo que un enamorado de la época estival o lugareño (casas de ensueño, paisajes de revista, Sol, terraceo, paseos, un faro, la Plage Saint Guirec ...) puede desear. Lo que no nos esperábamos, en ningún caso y por la experiencia de los días previos, es tal tumulto de personas, qué horror! Es algo que no casa con nosotros por lo que hicimos la tradicional y obligatoria foto del lugar y, tras comprarnos las peculiares bolée (tazas en las que los bretones beben su estimada sidra pero que a mí me parecen preciosas y fantásticamente adecuadas para mi latte machiato matutino) y pasearnos por su famoso Moulin de la Lande du Crac'h, partimos al próximo puerto.Lue lisää