Hasta el norte de Italia

August 2023 - May 2024
Volvemos a viajar los 4 más Fiona camino de Italia.
Ana y yo hemos cambiado poco con respecto al año anterior.
Carlos ha echado cuerpo y le ha crecido bigote y perilla.
Oliver ha crecido en todos los ámbitos. Más grande y más mayor.
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  • Day 1

    Viajando a Andorra la Vella

    August 8, 2023 in Andorra ⋅ ☀️ 24 °C

    El día de salida siempre es un poco difícil y estresante.
    Oliver llegó de casa de su abuela paterna a las 9,00.
    Nosotros ya llevábamos 2 días de compras, arreglos, bajar cosas, quitar lo que no usamos...
    Había que intentar no olvidar nada importante, porque después no podríamos volver.
    Pasadas las 11 de la mañana logramos iniciar viaje. Nos esperaban 600 kilómetros de una sentada ( las autocaravanas son la expresión real de la ley de la relatividad de Eistein. Los viajes de 2 horas tardas 4; los de 6 tardas lo que un cohete en llegar a Marte y dar la vuelta por Venus).
    Tras comer en un restaurante zaragozano conocido en el mundo entero (un MacDonalds) seguimos 4 horas más hasta, por fin a las 8,30 de la tarde, hora en la que aterrizamos en un sitio peculiar del país hispano gabacho. Resulta que las autocaravanas no pueden aparcar en la mayoría de los sitios de Andorra (si se ponen dos de frente paralizan el país entero), por lo que nos quedamos en los bajos de un centro comercial donde, sin exagerar, podíamos estar 70 u 80 mil autos (tocábamos a 3 por andorreño)
    Tras dar un paseíto de dos horas y medio Andorra, volvimos a dormir y recobrar fuerzas.
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  • Day 2

    Carcason, bajo el intenso Sol de verano

    August 9, 2023 in France ⋅ ☀️ 34 °C

    Salimos de Andorra temprano, y viendo que se nos terminaba el país y no habíamos acabado la Cocacola, decidimos pasar directamente a la patria de Napoleón y el queso a cuadraditos ( para Oliver y Carlos esta es la mayor aportación de Francia al mundo).
    Atravesamos el Pirineo Francés y paramos a comer al borde de un río, en un pueblín en mitad del camino.
    Después de un plato de macarrones y de ver cómo la gendarmería desalojada un campamento ilegal junto al río, nos acercamos al pueblo a por un café. Sorpresa. El pueblo, soso desde fuera, era un lugar impresionante. La plaza, abalconada en madera, más antigua que las sandalias de Noe.
    Una feria de artesanía en el centro, y en una esquina una cafetería vegana con un camarero mejicano que nos hizo un café espectacular. Acordé con él que si la ciudad de Pissa es tan maravillosa como él dice, pasaré a contárselo a la vuelta.
    Continuamos camino y llegamos a Carcasona a las 5,30.
    En estos casos me siento un poco Willi Fox, recuperando tiempo sobre las previsiones del viaje.
    Fuimos a visitar una de las ciudades medievales mejor conservadas. Las murallas y los edificios están perfectamente cuidados, pero el interior está pensado principalmente para turistas (regalos, refrescos, terrazas, recuerdos, heladerías, terrazas, bares, terrazas....)
    Y de verde, en esa ciudad solo han visto los mocos de los hijos de los tu noristas pegados debajo de las mesas de las terrazas. Ni un árbol, ni una sombra, y unos tórridos 37 grados que los franceses ven pocas veces.
    Una vuelta, otra vuelta, otra más, y salimos por la puerta sur.
    La sed nos perseguía y las cuentas no salían. Tres litros en la autocaravana, uno en la mochila. La noche iba a ser seca.
    Tras mucho buscar encontramos una boulancherie donde por fin compramos agua fresquita.
    Volvimos a la auto a cenar.
    Carlos y yo compartimos sillón, y juego brutal.
    Cual macho cabrio en plena adolescencia, en busca de cabra de traseros bailarines, Carlos impacto su gruesa masa ósea frontal contra mi delicada cabeza. Resultado: ceja rota por mi parte y dolor de cabeza por la suya.
    Con una noche fresquita dimos por terminado el día.
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  • Day 3

    Aiguas Mortes, aun en Francia

    August 10, 2023 in France ⋅ ☁️ 26 °C

    Hoy viajamos hasta Aiguas Mortes, en la Costa Azul francesa. Salimos temprano de Carcasona y paramos en un área a vaciar y rellenar agua, pero no tenían agua potable. A los 20 minutos la perra empezó a pedir pis. Otra parada en otra área.
    20 minutos después vimos otro área en carretera y paramos a llenar agua.
    Así que el viaje se fue alargando. Autovías muy cargadas, carreteras pequeñajas, y hasta las 3 no llegamos al área donde dormir.
    El sitio es peculiar. Esta a 5 kilómetros del pueblo, entre balsas de agua y salinas. Es un sitio para autocaravanas y pescadores. Si quieres puedes pescar en una especie de piscina donde el que no pesca es que está de viaje con Caronte.
    Desde algunos sitios ves flamencos en las salinas, así como garcetas y cigüeñuelas.
    Tras celebrar mi cumpleaños con tarta de abricots nos fuimos a conocer el pueblo.
    El concepto de granja de pulgas se queda insuficiente para lo que es la ciudad antigua. Aproximadamente 3000 personas por metro cuadrado (sin exagerar, las conté dos veces) y un montón de tiendas de camisa a de rebajas a 100€ (verídico como la vida misma).
    Tras una hora de sufrimiento voluntario volvimos al área y nos dimos un paseo entre las salinas.
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  • Day 4

    Niza, estropicio incluido.

    August 11, 2023 in France ⋅ ☀️ 28 °C

    Tras paseo por las salinas observando las aves del lugar, emprendimos camino a Niza.
    Así como en el norte de Francia hay mil sitios para autocaravanas, en la Costa azul es difícil incluso aparcar para comprar baguettes.
    Buscamos un sitio a 10 minutos de la ciudad. 3 millones de curvas con un ancho de 1/2 caravana, Al final llegamos a un alto desde el que se veía toda la ciudad, pero en donde pensábamos dormir estaban construyendo una casa.
    Buscamos otro sitio a las afueras. Un parking donde entrábamos justitos, pegados a dos coches, y ocupado en su 90% por un mini circo.
    Paseíto por los alrededores y Oli dando la tabarra porque se 💩
    Tras un rato de llanto (No sale, me duele!) bajamos y descubrimos un manchón de aceite en el suelo.
    Llamamos al seguro; Panda de impresentables. Tienen un teléfono de atención en extranjero que solo sirve si eres de Movistar, y otro para el que tienes que activar algo peculiar en tu compañía de teléfonos. En fin, nos dejaron con el culo al aire y nos tuvimos que buscar la vida.
    Llamamos a un taller 24 horas. Nos atendieron en pseudo inglés.
    Vinieron un rumano que hablaba un poquito de francés y su hijo de venti, que solo hablaba francés.
    Los años de jugar a adivinar con gestos dieron sus frutos, y junto con San traductor de Google logramos entendernos.
    El padre desplegó su taller móvil en 3 minutos.
    Levantó la auto y empezó la búsqueda.
    Era gasoil, y tras un par de horas de trabajo quedó resuelto (hoy lo comprobaremos).
    Ya solo quedo ducha y cena, y a esperar que el próximo día sea más fácil.
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  • Day 5

    Primera noche en Italia

    August 12, 2023 in Italy ⋅ ☀️ 24 °C

    Salimos de Niza cruzando los dedos por que la reparación hubiera sido un éxito.
    Pasamos por Mónaco donde paramos a echar gasolina.
    Hasta la caca del wáter es ”osea”. Pero las vistas desde la gasolinera eran absolutamente espectaculares.
    Viaje largo, toda la mañana, hasta llegar a un pueblo costero ya pasada Génova.
    A 600 grados a la sombra llegamos a un camping... Lleno. Seguimos al siguiente camping... Lleno. Cansados y desesperados comimos en el aparcamiento del hospital. Para hervir el agua de los spaguettis solo fue necesario enseñarle la calle.
    Ni terminamos de comer cuando buscamos un camping, Ana llamó, y como los indios y por gestos (hablaban por teléfono; eso solo lo saben hacer las mujeres) hablo con la dueña de un camping que le dijo que sitio molto, y camper sitio.
    Llegamos al lugar y en cuanto vio a Ana la reconoció. Aún sigo sin explicarme cómo.
    El camping era un lugar con personalidad propia.
    En un terreno de cómo 2 hectáreas (un par de campos de fútbol) había como 200 casas de madera, pegadas unas a otras, con un porche de metro y medio como máximo, haciendo estrechas calles.
    Al final del camping estaba la zona de los que estábamos de paso, algo así como un campo de tenis. Los servicios tenían váteres turcos, y las duchas se controlaban con una llave que tenías que conectar desde fuera. El caso es que la mayoría de la gente tenía que salir a mitad de ducha a meter de nuevo la llave.
    A nuestro lado, unos chavales con coche pijo terminaron con la producción de costo de Marruecos y Argelia. La nube rodeaba toda la zona.
    Cuando llegamos nuestra caravana perdía líquido. Tras el susto inicial y poner 2 platos para ver cuánto caía, comprobamos que era líquido refrigerante, que había rellenado hasta límite el día anterior. Mañana veríamos.
    Fuimos a la piscina, a las 6 de la tarde. Oliver entro en el agua a las 6,20, y a las 6,30 nos echaron porque se terminó la hora.
    Ana, sorprendida, comentaba que en ese camping no debía haber mujer que se sintiera fea. En un trayecto de 100 metros le preguntaron mil cosas diferentes acompañados de apelativos como preciosa.
    Llegó la hora de la cena. Barbacoas en sus cuadraditos de porche. 3000 personas por cabaña, y ruido, mucho ruido todo el tiempo. A las 11 de la noche seguía habiendo mucho ruido.
    A las 2 de la mañana seguía habiendo mucho ruido.
    Pero la cena en la calle, a la luz de las estrellas, y el ratito tumbados al aire es impagable.
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  • Day 6

    Pisa. Acertó el mejicano.

    August 13, 2023 in Italy ⋅ ☀️ 32 °C

    Por fin un viaje más asequible. En un par de horas habíamos salido del camping peculiar, habíamos cogido la autovía y llegamos a Pisa.
    Es momento de hacer un pequeño inciso. Dicen que los italianos conducen mal, que los pasos de peatones no los respeta nadie, en fin, que son un peligro. A mí no me parecen nada diferentes a los madrileños. En principio los dos sustos con coches (uno casi atropella a Carlos y otro a Oliver) los tuvimos en Nantes y Mónaco.
    El área de autocaravanas no está nada mal, y el que la dirige se explica en hispanitaliano bastante bien.
    Salimos a pasear a las 2 de la tarde a 80 grados a la sombra. La perra nos miraba cual hijo avispado a padre parricida.
    Tras 30 minutos de travesía del desierto de akatama volvimos al área para comer.
    Arrocito, partida de cartas (a un juego al que nunca, y reitero, nunca hemos ganado a Carlos) y cogimos camino a al centro de Pisa.
    Tras 35 largos minutos llegamos a la Plaza Du Domo.
    Como suele pasar en estos sitios, tardamos un par de minutos en recobrar la respiración y poder volver a pensar con normalidad.
    La torre inclinada es curiosa y bastante bonita, pero la catedral y el Domo le ganan por goleada. Lo mejor, sin duda, el conjunto de las tres.
    Fotos, paseo, fotos, y una mezcla de sorpresa y vergüenza por la gente con sus posturitas frente a la Torre Inclinada. Reservamos subida a la Torre a las 8,30, por lo que teníamos el tiempo justo de desandar los 3 kilómetros y volver a la plaza. Pero Ana, avispada cual liebre ante una docena de galgos, pregunto por el recorrido de la muralla.
    Paseamos los tres kilómetros y Ana y Carlos se llevaron a la perra un kilómetro más allá, a la autocaravana.
    Mientras Oliver y yo fuimos de un lado a otro para acercarnos de nuevo a la Torre, y descubrimos el jardín de lotos (del que bebimos agua, para vivir eternamente) la plaza del Caballeri y un montón de calles de la ciudad antigua espectaculares.
    Tras encontrarnos tocó subir a la Torre. La sensación no se puede describir, hay que vivirla. Os animo a hacerla. Nos preocupó un poco cuando un señor entrado en carnes que nos seguía llegaba a la zona más inclinada, pero si estamos escribiendo esto es porque la torre aguanto.
    Paseo de vuelta por los lugares que habíamos descubierto Oli y yo, cena, ducha y a dormir (cual pollos girando en un asador)
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  • Day 7

    Primer dia en Florencia

    August 14, 2023 in Italy ⋅ 🌙 25 °C

    Llegamos a Florencia a las 13, 07, hora arriba, hora abajo.
    Tras aparcar en el área de autocaravanas preparamos una mochila y a los maravillosos 40 grados de la Toscana fuimos en busca del tranvía.
    En apenas 30 minutos estábamos en la ciudad antigua. Un Sol de carajo, y el suelo no se veía. Estaba lleno de guiris como nosotros.
    Lo primero la plaza del Domo. Un escándalo. Los Medichi se pasaron de exagerados.
    Después paseíto y comida en una pizzería. Oliver seguro que contará a sus nietos lo que disfruto comiendo pizza.
    A continuación le tocó a Ana.
    Unos pedazos de helados italianos que era casi imposible terminárselos.
    Pasitos pasito llegamos a la plaza de... (la que tiene muchas estatuas en la calle)
    Tras verlas todas nos hicimos fotos frente a las que más nos gustaron, incluido el David de un tal Miguel Ángel.
    Después visita al puente viejo. Un ladrón de los buenos se podría jubilar entre tanta joyería. A continuación la plaza del mercado, donde tocamos el hocico al jabalí y cogimos agua, y así sitio por sitio del centro de la ciudad.
    Carlos aprovecho para hacer fotos de estatuas de los grandes pintores del mundo que más le motivan: Rafaelo, Miguel Ángel, Donatello y Leonardo. Me suenan de algo más pero no recuerdo que.
    A eso de las 5,30 entramos yo y ... ya está, a ver la Galería de los fullinis. Una absoluta exageración. Como no destacar el nacimiento de Venus, con sus dedos de pies amorfos y sus hijos impresionantes, y una pintura donde un personaje, con la cabeza vuelta, te miraba estuvieras donde estuvieras.
    De lo que hicieron el resto esa hora deberá ser Ana la que lo cuente.
    Paseítos varios por Florencia, y a las 8 de la tarde cogimos camino de vuelta a casa.
    Por cierto, la cerveza italiana es la que más se parece hasta ahora a la española.
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  • Day 8

    Florencia II, bendición papal.

    August 15, 2023 in Italy ⋅ 🌙 27 °C

    Hoy ha sido un día peculiar y para recordar.
    Carlos pidió la mañana libre, es decir, sin nosotros. Me da la impresión de que la perra se apuntó con muchas ganas.
    Así que Ana, Oli y yo emprendimos camino de nuevo a la ciudad antigua, con la sensación de ya controlarlo todo (hasta el "grache, prego" cada vez que alguien te miraba más de 3 segundos)
    Llegamos a la plaza del Duomo y fuimos a la catedral. ¡Cerrada ! Es festivo en Italia y había misa de 11. No se podía visitar .
    Sólo entraban los que iban a misa, así que Ana se puso camiseta con mangas y entramos.
    La misa la oficiaba el obispo, quizás cardenal (por lo del cinturón rojo) Al finalizar nos dijo que el Papa había pedido que se bendijera a todos los que estábamos en la misa de la catedral. Eso que nos llevamos y gratis. Tendré que preguntarle a Jesús el sobri si es como un pase que elimina en el juicio final las veces que he maldecido y hablado mal de la familia del jefe.
    Tras salir en estado de santidad, nos acercamos al batisterio ( No vale mucho la pena, porque lo único interesante está en reconstrucción y no se ve.)
    Para rematar la mañana nos acercamos a la iglesia de santa Croce, dónde estaban las tumbas de los personajes ilustres del lugar, como Galileo, Leonardo, Miguel Ángel, Maquiavélico y Dante.
    Tras comer macarroni con tomati, limpiar la auto y recargar aguas volvimos a nuestro objetivo, sacarle todo el jugo posible a Florencia en 2 días.
    Íbamos a subir a la Torre de la catedral.
    414 escalones por pasillos muy estrechos donde constantemente nos cruzábamos con el producto de una sociedad de estrés y excesos alimenticios para compensar todo tipo de carencias. Realmente, cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera, pero en la subida a estos sitios del renacimiento cruzarse con 50 o 60 de ellos es un peligro .
    Oli y yo subimos primero. En algún momento echó manos al suelo para seguir subiendo, pero al final lo conseguimos.
    A continuación subieron Ana y Carlos. Nos los cruzamos a la bajada, sin perra. Se la habían dejado a unos españoles mientras nosotros llegábamos.
    Carlos subió los escalones de 2 en 2 y Ana le siguió como pudo. Después paseo a despedirnos de David ( el de un tal Miguel Ángel) y de Neptuno y cena en la plaza de la catedral. Junto a nosotros un italiano tocando la guitarra. El rato fue absolutamente mágico.
    En fin, Florencia es uno de esos sitios en los que vale la pena ir al menos una vez en la vida, y después repetir.
    Ya poco quedó se lodel día. Ducha, Ana y yo nos acercamos a una lavandería a hacer la colada, y a descansar de un largo día.
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  • Day 9

    Llegada a Venecia

    August 16, 2023 in Italy ⋅ ☀️ 31 °C

    Salimos de Florencia temprano camino de Venecia, el penúltimo gran destino de nuestro viaje.
    Remontándonos en el tiempo a años atrás, Ana nos hablaba de Venecia, sus calles de agua, sus desplazamientos por la ciudad en barco, de lo caro que es el café en la plaza de San Marcos...
    Así que fuimos al nuevo destino con la duda de si podría acercarse, aunque fuera de lejos, a Florencia.
    Tras aparcar en un parking curioso, en el que no te cobraban si viajabas en sus barcos, y coger un susodicho, nos acercamos a la ciudad.
    Habíamos intentado entrar en el área de autocaravanas pero estaba llena. Aún así, una familia española que salía nos regaló los pases que les sobraron y los billetes de tranvía. Nos acabamos de ahorrar un buen dinero.
    Ya de camino, lo primero que llama la atención es la cantidad de pilotes de madera, de más de un metro de diámetro, que marcan el camino que deben seguir los barcos en el mar.
    Desembarcamos a las afueras de la ciudad y comenzamos a intentar llegar a la plaza de San Marcos. La ciudad es un auténtico laberinto, con calles con giros extraños, algunas que terminan en uno de los canales, las anchas abarrotadas de gente, las estrechas que no sabes dónde llevan.
    Pronto descubrimos que en lo alto había señales que indicaban los sitios principales de la ciudad.
    De pronto una señora nos gritó, en una calle repleta de gente, en puro italiano y haciendo aspavientos con los brazos
    -"¡El caniiii! ¡El acua es gratis! ¡Da de beber al cani en ostreria! ¡Pobrecini, que beba, que beba!"
    Cualquiera le llevaba la contraria. Me recordaba las películas de Sofia Loren, en las que por una paja en el hombro volaban los tortazos. Así que Ana entró en la ostreria y pidió agua para la perra.
    Llegamos a plaza de San Marcos, tras haber mascado la tragedia cuando nos aproximábamos. Cada giro de calle que no acercaba, la marea humana crecía. En la plaza, abriéndonos paso entre el gentío, dimos un paseo e hizimos el millón de fotos correspondiente (si la polizia no te veía con el móvil en alto y el pulgar agitándose podría pensar que eres terrorista, o peor aún para los italianos... ¡Ateo!)
    Pasamos al punto de información a realizar las preguntas imprescindibles para conocer la ciudad: donde hay fuentes para rellenar las botellas, y dónde están situados los servicios públicos para los apretones (se nota la experiencia adquirida en Florencia, y la falta de cintura de la guía, que no sabía dónde había fuentes y nos ofreció el servicio del punto de información)
    Posteriormente descubrimos que el que realizó el mapa de la ciudad que compramos es padre o abuelo, y había marcado los servicios públicos en el mismo.
    Pasamos por delante del puente de los suspiros. Cuenta la leyenda que esté puente cruzaba de la corte de justicia a la cárcel, y que por lo tanto era la última vez que los reos juzgados veían la luz del Sol, por lo que suspiraba de pena y desamparo.
    Montamos en el vaporeto para seguir conociendo la ciudad. Es como un autobús de la mt en la plaza Tirso de Molina en domingo de rastro a las dos de la tarde. Pero este va por el canal, que viene a ser como la Gran Vía madrileña, pero por agua.
    Si alguna vez drenan el canal seguro que encuentran a más de un gondolero, algún taxista en barco, más de un niñato luciendo barca de papá y mucho giri que solo quería mojarse un pie, porque la m-30 es un circuito de juguete comparado con el tráfico de este canal.
    Llegamos al puente de Rialto, famoso en el mundo entero gracias a Spiderman, y nos hicimos las fotos correspondientes. Más paseos por callejuelas y puentes hasta que llegamos a otro de los escenario de Spiderman y nos sentamos a beber algo.
    Poco a poco nos fuimos acercando a la estación del tranvía y para salir de la ciudad
    Tras llegar a la autocaravana (el último kilómetro, que se hace andando, Ana y Oliver decidieron hacerlo corriendo)
    Volvimos a preguntar si había espacio en el área de autocaravanas, y el encargado de la noche, que había vivido en Granada, nos hizo un hueco.
    Ya solo quedaba cenar, sobrevivir a la horda de mosquitos que buscaba beneficiarse gratuitamente de nuestra sangre para su interés personal reproductivo (más de un montón lo consiguieron) y dormir para la segunda parte de Venecia.
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  • Day 10

    Segundo dia en Venecia

    August 17, 2023 in Italy ⋅ ☀️ 30 °C

    Empezamos el segundo día en Venecia. Antes de hablar de la ciudad, es imprescindible mencionar el parque que hay detrás del área de autocaravanas. Parque de San Juliano. Es uno de los parques más grandes, verdes, cuidados y bonitos que conozco. Por un lado da a una laguna que empalma con la ciudad de Venecia. Un lujazo de sitio.
    Llegamos a Venecia en autobús y decidimos recorrer la ciudad andando. Eso nos permitió llegar a una heladería. El método científico me permite establecer nuevamente la ley del helado italiano. No tiene comparación con el de ningún otro sitio.
    De pronto nos encontramos frente al museo de Leonardo D`vinchi y nos acordamos de la película de Spiderman. El profesor decía que no estaba abierto, y que ese museo era la causa por la que habían ido a Venecia. Así que entramos sin dudarlo.
    El sitio valía la pena. La planta baja hablaba de sus cuadros, pero el piso superior era un conjunto de inventos suyos que se podían tocar y probar.
    Continuamos hasta el embarcadero donde cogimos un barco a Murano, por eso de ver el lugar original de un cristal tan conocido. Entramos en el museo y declinamos ver la fábrica donde soplaban el cristal, ya que habían pasado las 2 de la tarde y había que volver a Venecia.
    En la ciudad de los canales nos sentamos a comer en uno de esos restaurantes donde piensas que solo comen los pardillos, pero el hambre apretaba. La lasaña de Oliver estaba un poco pasada, mis spaguettis un poco duros y sosos, y las pizzas de Ana y Carlos, sin embargo, estaban muy buenas. Aún intentándolo no son capaces de hacerlas mal.
    Allí mismo había un gondolero.
    Irse de Venecia sin montar en góndola es como entrar en un restaurante de 5 tenedores y no ir a probar el cuarto de baño.
    Lo que a primera vista puede parecer un antojo de friqui se convirtió en una de las mejores experiencias del viaje.
    Todo el barullo y jaleo de la superficie se convierte en silencio y paz. Como no hay que esquivar a nadie te puedes centrar en mirar a tu alrededor, y ver la cantidad de palacios que conforman las calles. Me encantó el estilo gótico bizantino, con sus arcos mezcla del estilo gótico con el estilo que conocemos en España fruto de los años de convivencia con la cultura arabe, del que se muy poco pero del que sabré a no mucho tardar.
    Cuando te cuentan la historia de los que vivían en esas calles descubres el poder real que tuvo Venecia, centro real de comunicación con Constantinopla y lugar de comercio con toda Asia.
    Vimos la casa de Marco Polo, y la imaginación se disparó a 500 años atrás. Viviendo en un entorno semejante es lógico que no tuviera problemas para internarse en un mundo desconocido y empaparse de todos los saberes del imperio chino.
    Terminado el paseo llegó la hora de comprar algún recuerdo, búsqueda complicada por las diferencias de precios en función de lo pijas que eran las tiendas. El mismo gatito de murano podía costar 5 € o 45, solo por estar en una calle o en la lateral.
    Volvimos a coger vaporeto y nos despedimos de la ciudad
    Ya solo quedaba descansar para volver a viajar al día siguiente.
    Ante la pregunta de qué ciudad prefiero, en estos momentos me siento incapaz de decantarme, pero sin duda el norte de Italia es una absoluta maravilla.
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