Pitumarca

🇪🇸
Tras una noche no muy descansada en el autobús, llegamos a Cusco sobre las 05:00 de la mañana, donde nos llevaron directamente a nuestro hotel. Por desgracia, las puertas estaban cerradas y tuvimos que esperar una media hora antes de poder entrar en el cálido vestíbulo. Aunque aquí también era posible hacer el check-in relativamente pronto (sobre las 10:00), aún tuvimos que esperar algún tiempo hasta entonces. Alrededor de las 08:00, nos dirigimos a la ciudad para comer algo en el cercano Perú Café. Una vez superado el tiempo de espera, nos fuimos a la habitación para recuperar el sueño.

El descanso de ayer era necesario porque hoy ya nos recogían a las 03:00 de la mañana para nuestra siguiente excursión. Al menos había mantas en el autobús y el viaje hasta el desayuno duró algo menos de dos horas, por lo que se pudo recuperar un poco de sueño (inquieto). Desde esta parada, fueron otros 90 minutos por una carretera relativamente accidentada hasta nuestro punto de partida (a unos 4.600 m.s.n.m) para la caminata. Esta debería durar unos 90 minutos y nuestro destino era la Montaña de 7 colores, a más de 5.000 m.s.n.m. Aunque la primera parte del sendero era relativamente llana, empezamos nuestra aventura bastante despacito. Cuanto más nos acercábamos al destino, más empinada se volvía la subida y aquellos en nuestro grupo que inicialmente se movían rápido de repente disminuyeron la velocidad... Por supuesto, también sentimos la altitud, pero debido a las fuerzas bien distribuidas, llegamos a la Montaña de 7 colores relativamente pronto (es decir, todavía no había demasiada gente en la cima 😎). Una vez arriba, tocaba hacer fotos, disfrutar de las vistas y ponernos los cortavientos. Pronto estábamos ya descendiendo de nuevo por la parte más empinada (la mayoría de la gente subían ahora la montaña), antes de dirigirnos hacia el Valle Rojo, ¡que resultó ser casi más espectacular que la montaña! También pudimos examinar este valle en detalle durante unos minutos antes de continuar nuestra caminata cómodamente y sin tanto esfuerzo de regreso al minivan. Pasamos la mayor parte del viaje de vuelta relajándonos, y la parada para comer también nos ayudó a cerrar los ojos una o dos veces. Al llegar a Cusco, notamos de que estaba lloviendo, pero eso no nos impidió cenar de nuevo en "nuestro" restaurante (Perú Café) por la noche.

🇨🇭
«Regenbogen-Berg»

Nach einer wenig erholsamen Nacht im Bus erreichten wir gegen 05:00 Uhr morgens Cusco, wo wir direkt zu unserem Hotel chauffiert wurden. Leider waren dort die Tore verschlossen und so warteten wir noch rund eine halbe Stunde, ehe wir in die wärmende Lobby eintreten konnten. Obwohl auch hier ein relativ früher (gegen 10:00 Uhr) Check-in möglich war, mussten wir noch einige Zeit bis dahin überbrücken. Gegen 08:00 Uhr machten wir uns auf in die Stadt, um im nahegelegenen Peru Café etwas zu essen. Nachdem die Wartezeit erfolgreich überbrückt war, ging es ins Zimmer, um etwas Schlaf nachzuholen.

Die gestrige Erholung war nötig, da wir heute bereits um 03:00 Uhr morgens für unsere nächste Tour abgeholt wurden. Immerhin gab es im Bus Decken und die Fahrt bis zum Morgenessen dauerte knapp zwei Stunden, sodass ein wenig (unruhiger) Schlaf nachgeholt werden konnte. Von diesem Zwischenstopp ging es nochmals 90 Minuten auf relativ holpriger Strasse zu unserem Startpunkt (auf rund 4’600 M.ü.M.) der Wanderung. Diese sollte wiederum rund 90 Minuten in Anspruch nehmen und ihr Ziel mit dem Regenbogen-Berg auf über 5’000 M.ü.M. haben. Obwohl der erste Teil des Weges relativ flach war, starteten wir ziemlich langsam in unser Unterfangen. Je näher wir dem Ziel kamen, desto steiler wurde der Anstieg und die anfänglich schnell Laufenden aus unserer Gruppe wurden plötzlich langsamer… Natürlich spürten auch wir die Höhe, doch aufgrund der gut eingeteilten Kräfte erreichten wir den Rainbow Mountain relativ früh (d.h. es waren noch nicht allzu viele Leute oben 😎). Dort oben hiess es erst einmal Fotos schiessen, Aussicht geniessen und Windjacke anziehen! Bald ging es schon wieder den steilsten Teil hinunter (die meisten Menschen kamen erst jetzt auf den Berg), ehe es für uns Richtung Red Valley ging, das sich bei Erreichen als fast spektakulärer als der Berg herausstellen sollte!! Auch dieses Tal konnten wir einige Minuten ausführlich begutachten, bevor unsere Wanderung gemütlich und nicht mehr so anstrengend zurück zum Minivan ging. Die Rückfahrt verbrachten wir grösstenteils erholend, der Mittagshalt half zusätzlich, dass die Augen das ein oder andere Mal zufielen. In Cusco angekommen mussten wir leider feststellen, dass es mittlerweile regnete, was uns aber nicht davon abhielt, am Abend nochmals in „unserem“ Restaurant (Peru Café) Abend zu essen.Les mer