Portugal-Algarve

Debido a la situación en Benagil, nos decidimos por la playa de Marinha. Desde el inicio todo bien, evitamos la estafa de un hombre y conseguimos aparcar en un lugar estupendo. Súper contentos llegamos a la zona de playa que nos sorprende muchísimo. Se trata de una playa preciosa, con paredes que forman arcos y arena de piedrecillas muy finas.
La disfrutamos como niños, nos bañamos (ya le hemos cogido el truco al Atlántico), dormimos, paseamos y exploramos.
Atravesamos unas piedras y calas llenas de dyctiotas que se nos pegan a las piernas y echan una peste tremenda, pero aún así, continuamos avanzando y llegamos a una zona donde los arcos de las paredes forman un corazón.
Volvemos de esa zona tan bonita atravesando la zona de dyctiotas apestoso de nuevo, con olas que hacen que nos lleguen hasta la cabeza y volvemos a nuestra zona inicial.
Ya con decisión de irnos, recogemos todo y marchamos, pero por el camino vemos una cueva, avanzamos por ella hasta dar con una cala escondida e igualmente una maravilla.Læs mere