🪻La Provenza🪻

Tras 2h 30' de viaje hasta Niza, sudamos la gota gorda para encontrar lugar de aparcamiento fuera de la zona central y gratuito. Mientras las primeras gotas de una lluvia cálida tropical comienzan a caer, encontramos un lugar en cuesta, en el que aparco a la primera (será la 3a vez en mi vida que aparco una furgoneta de este tamaño). Mini-aplausito para mi 👏.

Tras visitar un baño público donde Héctor micciona (por 7ª vez hoy y 132ª vez este viaje), enfilamos la calle principal de Niza que siendo sinceros, no nos sorprende. Es una calle ancha y cómoda, con tranvía y muchos comercios, pero no tiene nada especial. Llegamos hasta la playa pasando por la plaza Masséna, una plaza gigante rodeada de edificios arcillosos y en la que hay varias instalaciones de arte interesantes.

La playa es enorme y abarca todo el golfo. Es estrecha y de piedra, pero el paseo marítimo tiene pinta de hacer las delicias de andantes, corredores, patinadores y ciclistas. Subimos hasta el mirador de la torre Bellanda, desde donde se observa todo Niza. Se ve claramente la zona de la ciudad vieja, donde los tejados de teja son claramente mayoría. Este es nuestro próximo destino.

Esta zona ya parece más de nuestro agrado. Recorremos un par de calles, tanteando el ambiente y buscando posibles bares dónde repostar después de un largo viaje. El bar "Bella Ciao" en lo alto de una cuestita apartada, de interior ecléctico y ambiente hippie nos lo pone fácil. Cerveza "Blue Coast IPA" fabricada en Niza, camareras simpáticas pero pillas, posters de conciertos de hace 5 años, ni una silla igual en todo el bar, y un baño sin luz. El paraíso.

El hambre empieza a arañar, pero nos queda la mitad de la parte vieja por ver. Nos despedimos. Visitamos la parte vieja en 1h. Volvemos. Otra cerveza, una tablita mixta y un Croque monsieur a medias mientras el sol se va escondiendo entre las fachadas.

No podemos dormir en Niza y se va haciendo tarde. Cap Ferrat está a 20 minutos y hemos echado el ojo a un parking que puede servir al pie de la playa. 20 minutos de caminos sinuosos y aquí estamos, en la playa, 22:34. Un bañito nocturno impagable a la luz de las mansiones y villas que bañan la ladera.Weiterlesen